La cinematográfica historia de Mortadelo y Filemón

noviembre 27, 2018




Hace algo más de un mes hablé en nuestro espacio de noticias de la mala recepción que había tenido el trailer de Superlópez. El pesimismo era total en torno a una película que (en palabras del propio Jan) podía marcar el fin del personaje si no funcionaba suficientemente bien. Pero una intensa campaña publicitaria por parte de Mediaset, y el tirón mediático que siempre tiene su protagonista Dani Rovira, han obrado el milagro. El superhéroe español ha obtenido el mejor estreno que nuestro cine ha tenido en este 2018 (llegando a superar a la secuela de Animales fantásticos y donde encontrarlos y a Bohemian Rhapsody), convirtiéndose en la sorpresa del final de año.

Y además han mantenido el icónico gesto de los cuernos al volar


Ante este éxito que por supuesto celebramos en Joróbate Flanders, no puedo por otra parte evitar echar la vista atrás a la irregular trayectoria de otros no menos importantes personajes: 





La historia de Mortadelo y Filemón en el cine es casi tan antigua como los mismos personajes. En 1966 (cuando apenas llevaban 8 años de publicación en la mítica revista Pulgarcito) Bruguera se asoció con Estudios Vara (especializada en publicidad) para hacer cortos de los 2 detectives de Ibáñez. Este fue el primero, que hacía un curioso uso de la cuarta pared, a la vez que se daba a entender la posibilidad que nunca se llevaría a cabo de que en un futuro salieran otros personajes.






Pese a su tosca animación (Ibáñez diría años después que "parecían sacos de patatas") "Agencia de información" gustó mucho, al igual que el siguiente corto "Caroco y su invención" (crossover con el personaje de Carlos Conti) . Estos cortos, junto a los 14 que vendrían después, se estrenarían en cines como si de largometrajes se trataran en 2 bloques de 8: "Festival de Mortadelo y Filemón" (1969) y "Segundo festival de Mortadelo y Filemón" (1970) .





Ya asentada en 1971 la nueva etapa de aventuras largas convertidos en agentes de la TIA, se estrenó un nuevo proyecto más ambicioso, "El armario del tiempo". Aunque se mantenía la estructura episódica, esta vez había un hilo común entre los 7 cortos: el invento para viajar en el tiempo, no del profesor Bacterio sino de un nuevo personaje: el carismático Chiflágoras, primo de Filemón. Vagamente inspirada en "La máquina del cambiazo" (del que se llega a reutilizar algún chiste) y con una animación superior a la de los "festivales" esta película se convirtió en otro éxito, aunque tal vez no al nivel que esperaban, ya que desde entonces los Mortadelo y Filemón animados solo volverían a ver la luz en anuncios. 




No fue hasta 1994 cuando se hizo la siguiente adaptación, ya en el medio al que originariamente iban a estar destinados los cortos, la televisión. Siguiendo el modelo de Las aventuras de Tintín, esta vez se harían capítulos de 20 minutos de los álbumes de 44 páginas, en una coproducción de BRB (Willy Fog, Dartacán) la cadena alemana RTL y Antena 3 Televisión. Para los que fuimos niños en los 90, esta fue nuestra forma de descubrir a los personajes gozando de buena audiencia en sus 2 temporadas, pero no gustó tanto al tan o más importante fandom adulto, debido a un humor mucho más suavizado y una animación, que pese a los mayores medios, resultaba más pobre que la de un cuarto de siglo antes. 



"¿El terror de los malvados?" "¿Buenos colegas?" ¿Hola?



Pasarían 9 años más para el siguiente proyecto, aún más arriesgado que los anteriores. Esta vez, Javier Fesser (hermano de Guillermo, miembro del dúo Gomaespuma) gran seguidor de Ibáñez desde su infancia, se lanzó a una película live action, algo a lo que ya estábamos acostumbrados con los superhéroes de Marvel o DC, pero la anterior adaptación de la escuela Bruguera (Zipi y Zape) había sido, ejem, fallida.




En principio la cosa no pintaba mal. Benito Pocino (que hasta entonces solo había hecho pequeñas apariciones en películas como Makinavaja o su secuela "Semos peligrosos") era idéntico a Mortadelo (reconocido por el propio Ibáñez, que por vez primera daba el visto bueno) y Pepe Viyuela también daba el perfil como Filemón. Y los efectos especiales estaban a la altura, por lo que "La gran aventura..." arrasó ese año en las categorías técnicas de los Goya. No obstante...se quedó a medio camino de lo que pudo ser.

El principal problema es que no queda muy claro lo que quería hacer Fesser. Aunque por momentos sabe captar el humor de Ibáñez (sobre todo en el magistral cuarto de hora inicial) luego vira hacia un estilo más personal que en ocasiones resulta demasiado dramático, sobre todo en el desarrollo del personaje de Filemón, por el que el director nunca ha ocultado su predilección.

Otras cosas criticadas de la película (libre adaptación de "El sulfato atómico", el primer album publicado en 1969) fueron el exceso de violencia (que pasaba la barrera del mero "slapstick" llegando a ofrecer escenas muy desagradables) , el uso de palabrotas (si bien aquí Fesser argumentó con cierta razón que "cuando ves en un bocadillo un rayo atravesando a un cerdo, ¿qué crees que está diciendo el personaje?") y la ideología franquista de Rompetechos (Emilio Gavira) . Pese a todo, fue de las películas españolas más vistas de 2003.





5 años después llegó la secuela, "Misión salvar la Tierra", esta vez dirigida por Miguel Bardem y con Edu Soto (en ese momento muy popular por sus apariciones en los programas de Andreu Buenafuente) sustituyendo a un Pocino que exigió cobrar más, adaptando en esta ocasión "El caso del bacalao", si bien también aparecía El señor Todoquisque (Alex O´Dogherty) del comic homónimo. Aunque esta vez se adaptaba más fielmente el comic (desapareciendo las connotaciones políticas del personaje de Rompetechos) las críticas fueron peores que las de su antecesora, y la taquilla sensiblemente inferior.





Aún así, los rumores de una tercera parte que de nuevo dirigiría Fesser eran contínuos. La sorpresa surgió cuando se confirmó no esto sino una película de animación 3D a cargo de Ilion Animation, el estudio que había producido la exitosa Planet 51

Esta vez, Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo lo tenía todo para triunfar. Sin estar basado en ningún comic concreto (si bien había elementos de "Billy el Horrendo" o "La tergiversicina", e Ibáñez dibujó su propia versión) , se veía por fin captado al 100% el espíritu del comic, con un bombardeo de gags tan intenso como brillante. La animación estaba a la altura. ¿Qué pudo fallar?

Quizá la publicidad no fue la adecuada. Quizá había poca fe por parte de los espectadores. En cualquier caso, ni siquiera pudo recuperar en taquilla lo invertido, acabando con los planes ya anunciados de un spin off de Rompetechos.

A día de hoy, aún no he visto Superlópez, así que no se si es o no buena película. Pero como ya he dicho, si es esta la que abre por fin la puerta a un "universo Bruguera", bienvenida sea. 

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