El comprador de Springfield: ¿El fin del formato físico?
marzo 07, 2019
Durante muchos años, la gente posiblemente ni se planteaba el coleccionismo de cine. Las películas se veían, luego llegaban otras, las reponían y re-reponían en la tele...muy pocos podían permitirse tener un proyector.
Todo cambió a finales de los 70 cuando llegaron a las tiendas de electrodomésticos el VHS, el 2000, y el Betamax. Debates aparte sobre la calidad de cada uno (yo, como millenial, solo llegué a conocer el primero), aquello fue todo un acontecimiento. La gente ya podía grabar su programa favorito, esa película que quería ver (en un tiempo donde era bastante frecuente ver clásicos en prime time) el partido de fútbol que le pillaba a la misma hora que algún compromiso familiar...¿el problema? Las cintas eran caras.
Toda España se llenó de videoclubs, donde poder alquilar los mejores estrenos, otras no tan buenas, o ejem, cine para adultos. Como suele pasar, estos pequeños locales de barrio acabaron cayendo ante la multinacional Blockbuster, que contaba con numerosas copias de cada película (¿quien de cierta edad no recuerda la eterna frustración al ver que esa peli de Schwarzenegger que querías ver siempre estaba alquilada?) , así como la ventaja de unas máquinas con forma de cajero automático para que los rezagados pudieran devolverla aunque estuviese cerrado y ahorrarte la abultada multa, aunque hubo quien ni por esas, y así nació Netflix. Pero no adelantemos acontecimientos.
El VHS tenía inevitables defectos, como su deterioro progresivo en cada visionado. Ya desde los 70 existió el Laserdisc, pero nunca terminó de hacerse un hueco en el mercado, siendo en España, como recordaba Viruete, una excusa para venderte enciclopedias. En 1995 se fundó Forum DVD, y 2 años después salía (al menos en EEUU) la primera película en este formato: Twister.
El DVD fue una revolución. Además de una calidad de imagen y sonido muy superiores al del VHS, podías cambiar idiomas, poner subtítulos, elegir escenas...y sobre todo, se acababa el tener que esperar a que los echaran en televisión o los regalaran con alguna revista, por fin tenías en la misma edición el making of, entre otros extras. En 1999, Sony dió un impulso decisivo al cambio al anunciar que su esperadísima Playstation 2 funcionaría con dicho formato y además serviría para reproducir películas.
Pero esto, paradójicamente, fue el principio del fin de los videoclubs, ya que la piratería que ya había asolado el mercado de los videojuegos durante los años de la PS se extendería al cine. Por un precio menor al del alquiler, la gente podía ver películas que ni habían salido, sin importarles que tuviesen una calidad infame por estar grabadas desde el mismo cine, además de las incipientes descargas de un internet cada vez más extendido.
2005. Microsoft, tras vivir Xbox su mejor año gracias a títulos como Halo 2, hace bueno aquello de "una retirada a tiempo es una victoria" y anuncia por sorpresa para finales de año el salto de generación con Xbox 360, la primera consola en alta definición. En ese momento, algunas compañías se habían escindido de DVD Forum (que trabajaba en el HD DVD) para trabajar en su propio formato óptico, el Blu ray, volviendo a la situación de los 80. Y entre ellos estaba Sony.
Si el DVD más o menos estaba extendido en el momento que PS2 llegó a las tiendas, esta vez Sony lo que hizo es querer ganar la guerra antes de que empezara anunciando que su nueva máquina funcionaría con BD, mientras que 360 seguía con el DVD y estaba a punto de salir un lector externo de HD DVD. Su jugada funcionó y en 2008 se retiraba su último fabricante, Toshiba. El precio que tuvo que pagar por esto fue que, durante varios años, por primera vez se viese superada por la competencia, debido al desorbitado precio de lanzamiento de PS3 (que no obstante era menor al de otros reproductores) , lo que posiblemente contribuyó a la despedida de Sony del histórico Ken Kutaragi.
Ahora PS4 vuelve a ser la reina, con Xbox One a remolque. Ambas con BD. Pero el formato, 11 años después de su "victoria", sigue sin terminar de arrancar y (sobre todo en España) siguen habiendo muchas películas o series que solo salen en DVD. Y recientemente, Samsung anunció que dejaría de fabricar tanto estos reproductores como los del formato que ya intenta reemplazarle, el 4K. Esto se une a su vez a fuertes rumores de una nueva revisión de la consola de Microsoft solo para descargas, al igual que en su día hiciera Sony con PSP debido al fracaso del UMD.
Posiblemente buena culpa de esto tiene la expansión de Netflix, HBO y demás plataformas de streaming. No niego que son buenas herramientas. Pero no olvidemos que, primero, dependen de que funcione la conexión a internet, y que su catálogo dista mucho de ser completo, siendo que algunos contenidos apenas duran unos pocos meses por cuestiones de derechos de autor, por no hablar de la posibilidad de que algún día cierren, como ha pasado recientemente con los servidores de Wii y NDS, lo que supuso que muchos usuarios perdiesen sus juegos.
Por supuesto, no digo que haya que dejar de usar streaming. Yo mismo estoy abonado a plataformas. Pero no olvidemos que lo que estamos pagando, a efectos prácticos, es otro alquiler. No renunciemos a lo que de verdad es nuestro.
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