Revisitando Los Simpson. 22 cortometrajes sobre Springfield
mayo 14, 2019De las pocas veces que hemos visto el título del episodio en pantalla (sin contar los subtítulos de turno) |
Como ya hemos visto, la 7 fue una temporada muy especial dentro de Los Simpson por como se intentó en cierto modo retomar el estilo de sitcom familiar de las 3 primeras. Pero también se empezaba a experimentar (algo que se notaría especialmente en la 8) y en el artículo de hoy de Joróbate Flanders hablaremos de uno de los máximos referentes de este segundo tipo de episodios.
Quizá no pocos estéis viendo esta parodia de la serie 90s de Garfield por primera vez. Antena 3, en su eterno empeño por cortar cualquier intro o ending, ya sean especiales o no, en raras ocasiones nos ha permitido ver este epílogo del episodio "La tapadera" de la cuarta temporada, donde idearon todo tipo de estrategias para alargar (como este ya mítico gag del sofá) el excesivamente corto guión original de Adam I. Lapidus (siendo el único trabajo en la serie del hoy productor de comedias adolescentes como Zack y Cody o Phil del futuro, lo que en su día hizo especular a los fans con que fuera un pseudónimo de algún otro guionista) .
El gag gustó, y durante los 3 años siguientes se intentó repetir la fórmula con algún otro personaje, pero nunca había forma de encontrarle hueco. De esta forma, los entonces productores ejecutivos Bill Oakley y Josh Weinstein decidieron idear un capítulo formado por pequeñas mini-historias de diversos personajes de las que se ocuparían nada menos que 11 guionistas, incluyendo a ellos 2 y el mismísimo Matt Groening por primera vez (y hasta la fecha, última sin contar la película) desde "Coronel Homer" en la 3.
El episodio empieza con unos Bart Simpson y Milhouse Van Houten durante su enésima gamberrada (en este caso, escupir a coches desde un puente) que se preguntan si alguna vez ocurre algo interesante en Springfield (como si uno tuviera tiempo de aburrirse en un pueblo así teniendo en cuenta que el primero venía, entre otras cosas, de sobrevivir a una explosión nuclear en esta misma temporada) . Una vez se aburren de esto, se establece ya desde el principio la peculiar estructura de este capítulo, donde, aún sin una conexión real, las historias parecen entrecuzarse entre sí: de esta forma, los 2 niños van al Badulaque, donde Sanjay Nahasapeemapetilon intenta convencer a su hermano Apu de ir a una fiesta. Finalmente este acepta, y cierra por primera vez durante 5 minutos su tienda para frustración de Hans Topo.
En el transistor que hay en el Badulaque se escucha un programa que también está oyendo Marge, lo que nos lleva a la segunda historia ambientada en el 742 de Evergreen Terrace, donde Bart tira un chicle que acaba cayendo en el pelo de Lisa. Los remedios caseros de su madre solo empeoran las cosas, recibiendo un ataque de abejas, una de las cuales ataca a su vez a Waylon Smithers (en un paseo en tandem con su jefe Montgomery Burns), quien resulta ser alérgico. El dueño de la central nuclear le "ayuda" a su manera (es decir, obligándole a seguir siendo el único que pedalea) y ambos caen inconscientes a las puertas del hospital donde trabaja el "doctor" Nick Riviera.
El comité de disciplina del hospital (en un nuevo cameo de Phil Hartman como el director) reprende a Riviera por sus peculiares métodos que han causado numerosas denuncias cuando Abe Simpson enloquece, bisturí en mano. El doctor Nick intenta tranquilizarle mediante descargas eléctricas, y esto provoca a su vez apagones en la taberna regentada por Moe Syslack, quien por primera vez ha conseguido que Barney Gumble le pague 2000 de los más de 14.000 millones de dólares que debe en cervezas, siendo a continuación atracado por Snake Jailbird, quien dice que así podrá pagar sus deudas universitarias (en un episodio posterior veríamos razones diferentes para dedicarse al robo) .
Aunque la siguiente historia no tiene ninguna conexión aparente, es sin duda la más celebrada de "22 cortometrajes sobre Springfield". El director de la escuela primaria de Springfield Seymour Skinner invita a comer a supernintendo Gary Chalmers. El plato que tenía preparado se quema, y decide ir al Krustyburger a por hamburguesas, diciendo que es una receta suya llamada "jamones al vapor", forzando al límite esa extraña facilidad de este por otra parte sensato personaje en creerse las mentiras de Seymour mientras la casa de su madre Agnes se incendia.
Un camión de bomberos se dirige allí, y esto hace que veamos por primera vez tras casi la mitad de episodio a Homer, quien está paseando al Pequeño ayudante de Santa Claus mientras lleva en brazos a Maggie, que se queda atrapada en un expendedor de periódicos. Después de que todos sus intentos por sacarla fracasen, Homer decide arrancar directamente la máquina.
En uno de los periódicos se ve de nuevo publicidad del Krustyburger, y esto nos lleva a lo más parecido a una trama del capítulo, una parodia de Pulp Fiction que arranca con los policías Wiggum, Lou y Eddie hablando en una cafetería de las diferencias entre este ficticio restaurante y McDonalds, que sí tiene presencia en el vecino Shelbyville. Cuando se disponen a salir, vemos pasar al mexicano Hombre Abeja, quien en su vida real se ve envuelto en un surrealista accidente similar a los de su serie que arrasa su casa, por lo que su mujer le pide el divorcio.
Esta intenta hacer autostop, pero el coche pasa de largo. Es de nuevo Snake, quien atropella a Clancy Wiggum. Este le persigue (eso sí, solo por "intercambiar los datos del seguro", sin darse cuenta de quien es y de su último delito) y empiezan a forcejear hasta caer en la armería de Springfield, donde son secuestrados por su loco dueño Herman. que así reaparecía en la serie una temporada después de montar un negocio de piratería de pantalones vaqueros en la "choza del coche" de Homer. ¿Intentaban convertirle en el nuevo villano recurrente de la serie? Quizá nunca lo sepamos, y es una pena, ya que hubiera podido dar mucho juego.
Sea como fuere, una de las rosquillas que llevaba Wiggum cae a una alcantarilla llegando a Evergreen Terrace, y más concretamente a la casa de los Flanders, donde Ned descubre el gran secreto del reverendo Timothy Lovejoy: tiene la extraña manía de llevar a su perro a hacer sus necesidades a su jardín. Una temporada después conoceríamos por fin el motivo de esta animadversión a quien precisamente es el mayor creyente de Springfield.
Tras una breve historia de Cletus Spuckler (que, como los jamones al vapor, es introducida sin más) vemos de nuevo a Milhouse, que va en coche con su padre Kirk. Este para en la tienda de comics para que pueda ir al baño, pero Cliff Albertson le obliga a comprar algo para ello. Su padre le saca a rastras creyendo que solo quería parar a por comics, y entra en la tienda de Herman, siendo también capturado hasta que Milhouse le golpea accidentalmente con un mazo medieval. Mientras Wiggum escapa, se cruza con Lisa, que va a la peluquería desesperada por el problema con el chicle. Esto permite aparecer a numerosos personajes que no tuvieron cabida en el resto del episodio, como Lionel Hutz (también doblado por Hartman) .
Aunque al principio Lisa está contenta con su nuevo corte de pelo (reapareciendo de paso el peluquero que protagonizara en el pasado uno de los cortos del Tracey Ullman Show) Nelson Muntz suelta su característica risa haciendo que vuelva a sentirse avergonzada. Nelson sigue riéndose de más gente hasta que por primera vez se encuentra con la horma de su zapato: un hombre de gran estatura con un coche demasiado pequeño.
El matón no consigue huir de este señor, que le persigue con el coche para que vaya saludando a la gente con los pantalones bajados. Y así volvemos al origen de todo: Bart y Milhouse, de nuevo en el puente, le tiran ketchup a la vez que finalmente se convencen de que sí pasan cosas interesantes en Springfield, mientras que, rompiendo la cuarta pared, el científico John Frink se lamenta de no haber llegado a tiempo de contar su historia.
Curioso capítulo este "22 cortometrajes sobre Springfield". No hay una gran historia o un conflicto que resolver: simplemente los habitantes de este peculiar pueblo de desconocido estado siendo ellos mismos. Pero eso es lo que le convierte en una brillante rareza dentro de Los Simpson, el haber alcanzado un nivel en que prácticamente todos los personajes llegaran a ser tan queridos por todos (cada uno en su estilo) para que podamos apreciar y disfrutar con un experimento así. Posiblemente no sea el mejor de la T7, pero sí mi preferido en tanto es posiblemente el más divertido.
Próximamente más reseñas en Joróbate Flanders.
0 Comentarios