Revisitando Star Wars. El retorno del jedi

diciembre 20, 2019






Hoy en día estamos acostumbrados desde la saga de Batman Begins a que el reparto de las películas o inclusive el mismo título no aparezcan hasta ya los créditos finales. Pero en los 70-80, esto no era tan habitual. Aunque los sindicatos aceptaron que George Lucas también quisiera innovar en ese sentido con el Episodio IV de Star Wars, en El imperio contraataca tuvo una importante multa que incluso casi le cuesta el estreno en cines. 

Al abandonar por ello el sindicato de directores, Lucas no pudo contar con su primera opción para dirigir la tercera parte, que parecía a priori la más obvia: Steven Spielberg, con quien venía de hacer otro sorprendente taquillazo con En busca del arca perdida. Tras sopesar diferentes opciones (algunas de ellas tan variopintas como David Cronenberg o David Lynch) finalmente el designado fue Richard Marquand, mientras que Lawrence Kasdan permanecía como co-guionista.




Sí, así pudo haber sido la película más familiar de la primera trilogía





El título fue también motivo de controversia. Aunque Lucas quería desde el principio "Return of the jedi" inicialmente le consiguieron convencer de que la palabra "revenge" tenía más fuerza. A pocas semanas del estreno, cuando ya había un teaser y posters (que hoy día son una pieza de coleccionista muy valiosa) finalmente Lucas retomó el título original, ya que los jedi no buscan venganza. 

Por otra parte, durante el rodaje, buscando tranquilidad (y de paso, evitar los sobrecostes que hubo con "el imperio...") se usó el título falso "Blue Harvest", que supuestamente sería una película de terror de serie B. Años después, Seth Macfarlane homenajearía a esto en su primer especial de Padre de familia sobre la saga. El 25 de mayo de 1983 volvía por ¿última? vez a las salas de cine la ya saga más exitosa de la historia en una tercera parte que sería con el paso de los años la que más sufriría los caprichos posteriores de su creador.







Como no podía ser de otra manera, El retorno del jedi empieza de nuevo con el ya clásico plano de la flota de destructores imperiales. De uno de ellos sale una nave más pequeña, la llamada Lanzadera T-4a o "imperial" , vehículo personal de Darth Vader (David Prowse/James Earl Jones) que se dirige a las obras de una nueva Estrella de la muerte. Aunque en apenas 2 años el proyecto ha avanzado considerablemente (sobre todo si tenemos en cuenta que para la anterior se necesitaron cerca de 20) el sith ordena redoblar esfuerzos, ya que el propio Emperador Palpatine (Ian Mcdiarmid) irá a visitarla para terror de los oficiales que dirigen esta ambiciosa construcción.






Tras esto, la acción se traslada (en lo que será casi una primera mini-película antes del acto principal) al planeta Tatooine. Sin señales de Chewbacca (Peter Mayhew) y Lando Calrissian (Billy Dee Williams) desde que salieron a rescatar a Han Solo (Harrison Ford) Luke Skywalker (Mark Hamill) manda a sus 2 droides C3PO (Anthony Daniels) y R2D2 (Kenny Baker) en una misión diplomática al palacio de Jabba Desilijic Tiure (voz de Larry Ward) líder del imperio mafioso de los Hutt que prácticamente gobierna el planeta con mano de hierro. 

Luke ofrece a los robots como regalo a cambio de Han, y aunque el monstruoso Jabba decide no negociar (mostrando como tiene a Han, aún convertido en carbonita, como parte de su colección de arte), pasa a usar a 3PO como traductor, destinando a R2 a ser camarero de su nave-barcaza (ya que evidentemente, un droide astromecánico capaz de hackear cualquier instalación imperial no sería útil para sus negocios... pero divago) . 

Además. un misterioso cazarrecompensas entrega a Chewbacca (y si también tenía recompensa, ¿por qué Boba Fett no se lo llevó antes?) . Mientras es llevado a los calabozos observamos por otra parte la primera revelación ¿inesperada o no? (poned en los comentarios si recordáis como vistéis esa escena por primera vez) de que Calrissian se ha infiltrado como uno de los guardias de Jabba.






Llega la noche, y el cazarrecompensas se infiltra de nuevo en el palacio (o quizá le habían acogido, siendo que aparentemente también Fett lleva más de un año viviendo ahí) descongelando a Han. Y es que resulta ser nada menos que la princesa Leia Organa (Carrie Fisher) volviendo a recuperar el que fuera su propio plan de rescate tiempo atrás en la primera estrella de la muerte. Pero no tardan en ser descubiertos de nuevo por Jabba, que la convierte en su esclava personal.



"¡Pues vaya un rescate! ¡Si se entra hay que tener un plan para salir!"



Al ¿día siguiente? (en estas películas nunca queda muy claro el paso del tiempo) llega a Tatooine el mismo Luke que una vez había jurado no volver allí. Esta posiblemente resulta una de las escenas quizá más infravaloradas de toda la saga. Con apenas unas pocas palabras aparentemente tranquilas y algo de uso de la fuerza, se nos explica que 1: ya es todo un caballero jedi y 2: muestra por ello una cierta arrogancia que podría llegar a encaminarle al lado oscuro. Mucho más sutil que "esa" escena años después en El ataque de los clones.







Jabba sigue sin querer negociar y hace caer a Luke por una trampilla hacia la guarida del peligroso Rancor. Completamente desarmado, está a punto de ser devorado hasta que consigue llevarle hasta una trampa haciendo que le caiga encima una puerta. El perder a su "mascota" solo sirve para enfurecer del todo al Hutt, que envía a Luke, Han y Chewie a una aún más dolorosa muerte a manos del llamado Sarlacc

Ya en el trampolín que conduce al agujero donde vive el monstruo, Skywalker insta por última vez a Jabba a liberarles, a lo que responde con su desagradable risa. Y entonces se desvela el que desde el principio había sido su enrevesado plan: R2 había escondido durante todo este tiempo en su interior la nueva espada láser de filo verde que había construido él mismo en sustitución del de su padre Anakin perdido en la batalla de Bespin. Fett es devorado por el Sarlacc, mientras que Leia aprovecha la confusión para asesinar a Jabba con sus propias cadenas y un Han todavía ciego por culpa de la hibernación salva a su viejo "amigo" Lando. Finalmente, la barcaza es destruida.







De nuevo, Luke decide no presentarse por el momento en la reunión de la Alianza Rebelde, y en su lugar viaja a Dagobah para despedirse de un agonizante Yoda (Frank Oz) . Aunque este reconoce que ya no tiene nada más que enseñarle, le ordena que la última fase de su entrenamiento es la de vencer a Darth Vader y al Emperador. Además, le confirma que efectivamente el primero es Anakin y le pide que enseñe los caminos de la fuerza, ya que de nuevo insiste en que "hay otro".

Tras fallecer Yoda, Luke vuelve a hablar con el espíritu de Obi Wan Kenobi (Alec Guinness) quien le revela otro secreto: ese "otro" es su hermana melliza, de quien separaron al nacer. Rápidamente comprende que es Leia, de ahí aquella conexión sentida en Bespin. Mientras tanto, Palpatine llega a la Estrella de la muerte, y le explica a Vader que no es necesario buscar a Luke, puesto que sabe que será él quien vaya hacia él. El ver hasta qué punto el lord sith ha llevado en todo momento el control de la situación hace renunciar a Vader a sus ambiciones personales.







Pero los rebeldes no se han quedado de brazos cruzados todo ese tiempo, y una vez que Luke vuelve, su líder, la ex-senadora de Chandrila Mon Mothma (Caroline Blakiston) explica como espías bothan han descubierto la nueva estación imperial y su localización en el planeta Endor, donde se ubica su único punto débil: un potente escudo que impide acceder a ella sin autorización del Imperio. Para esto, han conseguido robar una lanzadera "antigua pero válida". Esta nave estará tripulada por Luke, Han, Leia, R2 y 3PO, mientas que Lando se une al ataque aéreo liderado por el Almirante Ackbar (Eric Bauersfield) a bordo del Halcón Milenario.

Nada más llegar, son descubiertos por tropas de asalto, lo que desencadena otra de las escenas épicas de la película, la persecución a bordo de una especie de motos voladoras, los Speeders. Luke finalmente decide de nuevo utilizar la espada láser para hacerles frente, mientras que Leia se estrella y es encontrada por Wicket W. Warrick (Warwick Davis, quien 5 años después se haría popular por otra producción de Lucas) miembro de la salvaje tribu nativa de Endor, los ewoks, que para buena parte del fandom son hoy poco menos que el proto-Jar Jar Binks, pero eso sería en cierto modo negar la fama que tuvieron en su día entre el público infantil, con 2 TV Movies y una serie animada.







Aunque Luke, Han y Chewie consiguen reunirse de nuevo tras esta escaramuza, la glotonería del wookie juega una mala pasada al caer en una obvia trampa de los ewoks, que pretenden sacrificarles a su "dios", nada menos que 3PO. Gracias a una combinación de su rudimentario conocimiento del idioma que hablan y la telekinesis de la fuerza, Skywalker consigue salvar la situación y pasan a ser aceptados en la tribu, por lo que les ayudarán contra el Imperio.




La última referencia a Padre de familia. Lo prometo





Mientras 3PO narra las batallas de Yavin y Bespin a sus "súbditos", Luke se despide de Leia tras revelarle su pasado, que aparentemente ya conocía (¿y por qué le besó entonces?) y, sabiendo que saben que está ahí, protege a sus amigos entregándose al Imperio, no para luchar contra Darth Vader, sino para intentar que abandone el lado oscuro, ya que siente que todavía existe el bien en él. Vader se niega a creer esto diciendo que el nombre de Anakin "no significa nada para él", y obedece al Emperador llevándole ante su presencia.




"Oh, un arma jedi" "Pero señor, usted también tenía una y..." "Calla, que ya se habían creído lo de las 9 películas"


Ya a bordo de la Estrella de la muerte, Palpatine le explica a Luke que fue él quien permitió que se hicieran con la lanzadera y la localización de Endor. De esta forma, cuando Han y Leia inician el ataque a la base del escudo, se encuentran con todo un batallón de soldados y tanques AT-ST (que se distinguen de los AT-AT por su menor tamaño y tener 2 patas en vez de 4) . Además, las tropas aéreas de Ackbar y Wedge Antilles (Denis Lawson) se topan con otra desagradable sorpresa: pese a no estar acabada, la estación espacial ya tiene su armamento en funcionamiento, incluyendo su mortífero laser capaz de destruir planetas, por lo que no les queda más remedio que ganar tiempo intentando un no menos arriesgado ataque a los superdestructores, ya que Lando insiste en que Han conseguirá cumplir su parte.





Mientras tanto, la batalla terrestre ha dado un inesperado giro gracias a la intervención de los ewoks, que, como si de una metáfora de Vietnam se tratara, consiguen hacer frente a las tropas de asalto con los pocos medios de los que disponen. Sin embargo, ahora las puertas del bunker están bloqueadas, y R2 es alcanzado por uno de los pocos disparos certeros de estos soldados en toda la saga mientras intentaba hackearlo. Cuando Han y Leia se encuentran acorralados de nuevo, llega Chewbacca, que ha conseguido abordar uno de los tanques. Gracias a ello, el antiguo contrabandista se hace pasar por oficial para conseguir que le abran y así poder volar la instalación.

Pero Luke sigue en la Estrella de la muerte, y toda la destrucción le hace perder el control luchando de forma cada vez más agresiva contra Vader, sobre todo después de que este descubre la verdad sobre Leia y amenaza con atraer a ella al lado oscuro si Luke se sigue negando a ello, haciéndole perder la mano derecha como le pasó a él. Esto le hace detenerse de nuevo, y Palpatine decide matarle con el máximo poder de los sith, la capacidad de lanzar rayos eléctricos a través de los dedos. Es aquí cuando por fin desparece Darth Vader y resurge Anakin Skywalker, que arroja al Emperador a través del hueco del ascensor de la base.






En sus últimos momentos, Anakin se quita el casco para poder ver por primera vez a su hijo con sus propios ojos. Pero no es la cara de David Prowse la que vemos, sino la de Sebastian Shaw. Según explicaría el actor y ex-culturista en el documental español "I am your father", el hecho de revelar detalles del final en una entrevista tuvo como consecuencia por parte de Lucas el rodar aquella escena cumbre sin ni siquiera él saberlo. Aunque los autores del documental le dieron la oportunidad de hacerlo 30 años después, Lucasfilm prohibió la difusión de esa "nueva" escena, así que, si bien entiendo las críticas por el cambio en la escena final por Hayden Christensen en la edición DVD de 2004, justo es decir que en cierto modo no deja de ser lo mismo que le pasó a Prowse.

Volviendo a la película propiamente dicha, Luke se lleva su cuerpo en otra lanzadera imperial a tiempo de eludir la destrucción de la segunda Estrella de la muerte a manos de Lando Calrissian, y tras quemar la armadura de Vader, se une a su hermana y sus amigos en la celebración por la caída del Imperio. Al menos, de momento...






Aún hoy en día El retorno del jedi tiene opiniones de todos los tipos. A algunos les gustó que Lucas volviese al tono aventurero tras el pesimismo de "El imperio...", mientras que otros no compartían ese mayor tono infantil que, no obstante, era muy frecuente en el cine de los 80. Pero ante todo, tiene un digno final y resulta una vez más bastante divertida de ver. Esperemos que El ascenso de Skywalker pueda estar a la altura.

Próximamente, más cine en Joróbate Flanders.

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