El comprador de Springfield. Una breve historia de la censura en Dragon Ball

marzo 31, 2021

 



No, no os frotéis los ojos, estáis leyendo bien. Dos semanas seguidas de espacio informativo en Joróbate Flanders. 

Qué de cosas han pasado estos días, desde la ya anunciada pero no por ello menos triste desaparición de Super Mario 35 junto con la retirada del mercado de Super Mario 3D All Stars, el exitoso (¡por fin!) estreno de Godzilla VS Kong o el enésimo aplazamiento de Black Widow para ser un estreno premium de Disney+, que hace preguntarse por qué no lo hicieron así en primer lugar en vez de marear tanto la perdiz.



Un minuto de silencio por Super Mario 35


Pero hoy no hablaremos de todo eso, sino de Dragon Ball. Y ni siquiera de la por el momento interesante e intrigante saga de Granola en Super, sino de como la serie original todavía hoy 25 años después de su final es fuente de debates intensos en la opinión pública hoy amplificados por las redes sociales.

De entre los diferentes doblajes autonómicos que tuvo la serie en España durante los 90, quizá el gran olvidado haya sido el valenciano emitido por la extinta Canal 9, y eso que su éxito allí poco tenía que envidiar al de la mismísima TV3 en Cataluña, y en algunos puntos (fundamentalmente en la saga de Cell) llegaron a ir por delante en cuanto a estrenos. Fue en ese idioma donde por primera vez se pudo ver a ese misterioso chico de pelo morado vencer con desconcertante facilidad al tirano Freezer.




No puede haber un anuncio más noventero


Por supuesto, la controversia de los contenidos de la serie que todas las comunidades habían sufrido antes o después tenía que llegar también allí. Y aquí viene el importante matiz que marcaría lo que ha sido esta semana. 

Mientras que ETB, TVG y TV3 (esta última, relegándola a su segundo canal) pudieron terminar de emitir la serie, y los que la veíamos por Telemadrid (al igual que los andaluces en el caso de Canal Sur) tuvimos que esperar casi un lustro a la emisión nacional que ofreció Antena 3, en Canal 9 Bola de Drac Z se vio bruscamente cancelada hacia 1995 en el episodio 213 (aquel en que Son Goku estrecha la mano al dios Kaioshin del U7 en el 25º gran torneo de las artes marciales) y ya no volvería a emitirse con la excepción de una efímera reposición de la primera etapa de la serie que solo duró una semana. Casualmente ¿o no? las mismas fechas en que empezó en A3.





De esta forma, los fans valencianos únicamente pudieron ver la saga de Boo gracias a la señal que allí se recibía de TV3 y C33, y en los sucesivos lanzamientos físicos de animes, películas... únicamente era el catalán o euskera (y más esporádicamente el gallego) lo que se incluía junto con el japonés y el castellano. 

Con la extensión de internet y el auge de los foros, muchos empezaron a compartir los episodios en valenciano que conservaban en antiguas grabaciones en VHS, y a principios de la década de 2010 surgió el movimiento "Volem que torne Bola de drac a Canal 9". 

Aunque esto no se pudo conseguir debido a que en 2013 se produjo el polémico cierre del canal autonómico, sí se dobló mediante crowdfunding la película La batalla de los dioses, y la actual edición en blu ray de la serie original de Selecta Vision cuenta con el valenciano junto al resto de idiomas autonómicos.




Y con esto saltamos al momento actual, a la nueva televisión valenciana À Punt que empezó sus emisiones regulares a mediados del 2018. 

El partido Compromis puso finalmente sobre la mesa hace unos días la posibilidad de una reposición, lo que su director descartó alegando tanto motivos económicos (lo cual es razonable en los tiempos que corren, sobre todo teniendo en cuenta los más de 60 episodios que quedan aún pendientes de doblar) como el sexismo de la serie. Casi 30 años después, volvía el antiguo debate.

¿Es Dragon Ball una serie machista? Posiblemente. Tan cierto es esto como que este es un producto de su tiempo, más aún en una sociedad como la japonesa que no se caracteriza precisamente por su progresismo. Y es que a veces es más cómodo cortar por lo sano que intentar explicar esto más allá de un letrero de 10 segundos en cierta plataforma de streaming.

Aunque DB Super sigue teniendo algún patinazo (en especial el desafortunado episodio 89) justo es decir que en esta ocasión Akira Toriyama y Toyotaro se han caracterizado por presentar personajes femeninos mucho más fuertes como las saiyans Kale y Caulifla, así como Ribrianne y su equipo de justicieras del segundo universo, y la androide C18 ya es una más de los "guerreros Z". Por no mencionar que la misma serie no existiría sin Bulma y su gran invento del radar del dragón.




Que À Punt haya decidido no emitir Dragon Ball por razones que podemos o no compartir por supuesto no es algo que podamos llamar "censura" por más que insista en ello ese típico usuario que tiene tantos números en su arroba de Twitter. 

Y no ha habido ninguna generación que haya visto la serie con más regularidad que la que llaman "de cristal", que es la que se crió con las largas maratones de fin de semana de Cuatro hasta que su absorción por Mediaset le hizo dar el salto a FDF y Boing.



De las cosas raras que hacía Cuatro ya hablaremos otro día. O no.




Aclarado este punto, hay que dejar claro que efectivamente la censura ha sido un triste constante en la historia de Dragon Ball en un país como este donde se sigue tendiendo a pensar que "dibujos animados = infantil". 

Ya de entrada nos llegaba "mutilada" de la distribuidora francesa, algo que en una primera etapa afectaba a los ya comentados chistes salidos de tono protagonizados por el maestro Mutenroshi y sus patéticos intentos de seducir a Lunch o Bulma, llegando en algunos casos a tener que ser dobladas para el DVD, o siendo directamente dejadas en VOS en su mayoría.

A partir de la saga de Piccolo Daimaoh, las batallas fueron volviéndose cada vez más dramáticas y sangrientas. Escenas como la regeneración namekiana o el asesinato de Krilin que hizo despertar en Goku el estado de super saiyan únicamente podían verse a través del manga que ya entonces publicaba Planeta en formato grapa con los dibujos invertidos por el formato occidental de lectura.




Antena 3 fue más allá y empezó a hacer sus propios cortes, que acababan volviendo algunos de los episodios completamente ininteligibles. Los episodios 216 y 17 (en los que se producía la brutal y desigual lucha entre Videl y el malvado Spopovitch) fueron suprimidos en la mayoría de las emisiones, y también desaparecieron cosas de lo más simples y hasta divertidas como la cariñosa palmadita de Goku a su esposa Chichi en la espalda que acaba con ella chocando contra un árbol al no controlar el saiyan su gran fuerza.




Hoy día Dragon Ball está inevitablemente marcada por EEUU, su mercado más fiel pese a lo tardío de su auge allí. Esto ha hecho que Super sea una serie mucho menos violenta, donde rara vez se ve algo de sangre pese al poder literalmente divino que han alcanzado Goku y Vegeta, e inclusive el renacido Freezer, antaño el personaje más cruel, se ha convertido en una especie de "amienemigo".

Y, pese a ello, la emisión de Boing (ya en horario de prime time, y por tanto no infantil) no se ha librado de tener todo tipo de cortes, en ocasiones de forma particularmente chapucera como fue el fundido a blanco cuando Trunks consiguió derrotar al "black Goku" Zamas que amenazaba con destruir su universo alternativo.




De nuevo, el formato físico tan reivindicado aquí nos ha permitido ver los episodios íntegramente. Sin embargo, había otro problema que ni siquiera esto podía tapar: 

Tras un parón, Boing retomó la saga de Zamas a partir del episodio 52. Esto trajo a primera vista el cambio de una de las voces más emblemáticas (la de Vegeta) puesto que Alberto Hidalgo había decidido abandonar la profesión. Una vez aceptado esto, se empezó a observar que (según la distribuidora, por órdenes de Toei) los diálogos empezaban a ser demasiado suavizados. 

Dejando a un lado la pregunta de por qué en Doraemon (que sí es una serie infantil) se permite usar a menudo la palabra "mierda", esto se pone especialmente de manifiesto en el episodio 72, donde Vegeta insulta al hakaishin o dios de la destrucción Lord Beerus de una forma, por decirlo de alguna manera, impropia de él.




Muchos diréis "pues ved la serie en versión original", y posiblemente tengáis razón. Pero hace poco hubo un inesperado giro de los acontecimientos, y es que, dentro de la opción "Toonami" de la televisión digital de Orange, según reveló Mr.Kaytos, ¡existe un doblaje alternativo sin censura que solo puede verse allí! Un doblaje que desaparecerá en pocos meses si la compañía francesa no renueva los derechos del anime.

¿Selecta mintió y Toei nunca presionó para cambiar el doblaje? Y si no es así, ¿por qué en una plataforma minoritaria sí y no en unos DVDs y BDs que deberían tener lo que no nos ofrece la televisión en abierto? 

Vistos los problemas que a su vez está teniendo la publicación del manga, parece que nunca habrá una manera completamente "ideal" de disfrutar Dragon Ball en España, y es una verdadera lástima que le ocurra esto a una serie que a los de nuestra generación nos hizo conocer y apreciar el inmenso mundo del manganime.

Como siempre, podéis opinar de todo esto en los comentarios.

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