El otro séptimo universo: nuestras películas preferidas de Dragon Ball

marzo 12, 2021

No, esta no

 

Hacia 1993, el auge por Dragon Ball Z estaba al máximo en España (o al menos, en las comunidades con televisión autonómica, que eran bastantes menos de las que podáis imaginar) con la emocionante saga de Cell y los androides. 

A las mareantes audiencias (que a veces llegaban a superar el 40%, datos más propios de una gran retransmisión deportiva) se unía la exitosa doble publicación en grapa del manga por parte de Planeta de la "serie blanca" (que empezaba desde el primer capítulo con Son Goku conociendo a Bulma) y la "roja", que calmaba el ansia de los más impacientes por ver las grandes batallas de super saiyans empezando directamente por la explosión del planeta Namek provocada por Freezer.





Un reportaje de Bruno Sol en uno de los números más recordados de Hobby Consolas (si no le seguís en Twitter, ya estáis tardando) creó aún más sensación. Resulta que el sueño de muchos ya existía, y solo estaba en Japón: ¡videojuegos de Dragon Ball!

La mayoría eran RPGs, un género que en ese entonces no tenía mucha acogida en nuestro país, pero había uno de lucha (en los tiempos en que Street Fighter arrasaba) para Super Nintendo, lo que disparó las ventas de cartuchos de importación y de los periféricos necesarios para usarlos en nuestras consolas PAL. Tras meses de campañas alarmistas de ERBE en contra de estas prácticas, finalmente llegó a nuestro mercado de la mano de Bandai Dragon Ball Super Butoden.





Sí, los controles eran muy toscos y los textos llegaban en francés, pero en ese momento poder jugar con Goku, Vegeta, Son Gohan o Cell era toda una delicia. Poco después llegaría Super Butoden 2, el más apreciado por el fandom de la época, con un modo historia muy elaborado. 

Sin embargo, una vez veías los personajes seleccionables en modo multijugador, dejando a un lado la sorprendente cuestión de que Goku no estuviera entre ellos, surgía una gran pregunta: ¿quienes eran esos tales Tara y Kujila que sí figuraban?




Lejos como estábamos de imaginar que lo que nos llegaba del país vecino no era demasiado fidedigno, aquel era nuestro primer contacto con todo un mundo aparte dentro del lore del manganime de Akira Toriyama: el de las películas que iban saliendo cada año en Japón. Producciones que a partir de aquel momento serían durante mucho tiempo el único producto audiovisual que muchos podíamos disfrutar.





Estas películas (con las excepciones de las más recientes, basadas en la actual serie DB Super) narraban historias alternativas completamente fuera del canon. De hecho, las 3 primeras (las de la serie original) no eran sino remakes de algunas de las primeras historias de Goku, desde la primera búsqueda de las bolas de dragón a la lucha contra la Red Ribbon pasando por el entrenamiento de Mutenroshi donde conoció a su mejor amigo Krilin.





Las más populares (puesto que la ya mencionada HC regaló buena parte de las mismas) fueron las de la etapa Z. Hoy día, es inevitable comprobar como tienen reiterativos argumentos que las hacen perfectamente intercambiables entre sí: 

Aparece un nuevo villano de un gran poder al que nadie puede vencer hasta que Goku lanza su ataque final (a menudo, una genkidama, esa táctica que únicamente ha funcionado una vez en toda la historia canónica) este es vencido, y a seguir con lo que debieron haber interrumpido en primer lugar para llegar a esto. 

Pese a todo, en Joróbate Flanders les tenemos un gran cariño por su alto componente nostálgico, y hoy hablaremos de algunas de las que sí merecen una mención especial. Veámoslas:


Los guerreros de plata




Esta en su momento fue una película muy especial por 2 motivos. Era la primera en no estar protagonizada por Goku (tras sacrificarse en el combate contra Cell) y además podía haber encajado perfectamente en la cronología de la serie si así lo hubiera decidido Toriyama, puesto que su argumento era una suerte de secuela no oficial del "Cell Game", contexto en el que Gohan es el más fuerte de la Tierra y Vegeta está desencantado de la lucha tras haber sido superado por un niño.

El millonario Gyosan Money (o como se le conoció en el doblaje español como si de un personaje de Austin Powers se tratara, "Mesobra Eldinero") organiza como regalo de cumpleaños para su hijo Dollar un torneo de artes marciales que, como no, atrae a los Gohan, Trunks del futuro que andaba de visita, Krilin, Piccolo, Yamcha, Ten Shin Han... así como un cameo para los que estén atentos del peculiar "Lobo hombre".

Piccolo se retira asqueado por el poco valor de Krilin para enfrentarse al namekiano, y Trunks debe transformarse en super saiyan para vencer a Ten, por lo que estos se clasifican para la fase final junto a Gohan y Doskoi (un luchador de sumo que solo sabe decir su nombre, que gana a Yamcha como todo rival de primera ronda que se precie) donde deben luchar contra unos presuntos extraterrestres que en realidad son discípulos de Mr.Satan, para así retar el primero que consiga ganar su pelea al campeón del mundo y presunto héroe del Cell Game.

Sin embargo, estos luchadores han sido suplantados por Bojack y sus sicarios Zangya, Bido, Boojin y Gokua, unos malvados extraterrestres que fueron encerrados siglos atrás por los 4 dioses Kaio, escapando gracias a la explosión de Cell que Goku había llevado hacia ahí. Sí, nuestro saiyan preferido liándola hasta después de muerto como Tony Stark.




Aunque Trunks consigue vencer a su enemigo con mucha dificultad, el resto resulta prácticamente invencible, incluso con la intervención posterior de Vegeta y Piccolo. Incluso podría haber sido peor la cosa (anticipando de alguna manera su decisiva intervención en la saga de Boo) si la entrada "triunfal" de Mr.Satan no hubiera interrumpido un doble ataque de Bido y Boojin

Cuando Bojack en persona (transformado en el enorme monstruo verde conocido en SNES como "Kujila") está a punto de acabar con Gohan, Goku viaja unos segundos sin permiso con el shunkanido para salvarle, y es entonces cuando despliega todo su poder de super saiyan 2 salvando así el planeta. Aunque por supuesto, con las cámaras de televisión destruidas, el mérito recae en Satan.

Aunque, como ya he dicho, su historia no deja de ser un calco de tantas películas anteriores, es interesante ver como el peso de la historia recae en un personaje eternamente desaprovechado, y goza de una de las mejores animaciones y ambientaciones de la franquicia, que van desde un volcán hacia una antigua ciudad abandonada de aspecto europeo, así como el rincón del camino de la serpiente donde Goku y Kaito "viven" provisionalmente.




El ataque del dragón




Esta fue la última película de la etapa Z (sin contar como tales El ataque de los dioses y La resurrección de Freezer, estrenadas aún bajo esta marca al no haberse estrenado aún Super) y de nuevo partía de un punto cronológico claramente establecido, que era la muerte de la parte malvada de Majin Boo con Goku y Vegeta revividos.

Aunque el primero vuelve a ser el héroe de la misma (con el ataque deus ex machina que da título al film) esto es completamente lo de menos. 

El peso de la historia recae en otro personaje secundarísimo como es el Trunks niño del presente, y su deseo de tener la figura de un hermano mayor como su gran amigo Goten, algo que cree encontrar en el misterioso guerrero Tapion, liberado tras miles de años encerrado en una caja de música gracias a las bolas de dragón.

Pronto se descubre que han caído en la trampa de Hoi, un hechicero que ha liberado la parte inferior del monstruo Hildegarn (que prácticamente destruyó el planeta de Tapion) que se encontraba dentro del hermano de este, y pretende unificarla con su cabeza, que se encuentra dentro de Tapion. 

Ni siquiera la habitación especial diseñada por Bulma (que simula las condiciones de la caja de música) consigue contenerlo, debido a que Hildegarn tiene la capacidad de absorber a sus enemigos al estilo de Cell (algo que durante muchos años no supimos en España debido a la absurda censura heredada del master francés) lo que hace su poder cada vez más incalculable. El único que consigue plantarle algo de cara es Gotenks en su estado de super saiyan 3, pero esto solo desencadena su evolución a una forma aún más peligrosa.






Después de que Goku consigue ganar (¡la única victoria del SSJ3!) Tapion viaja con la máquina del tiempo de Bulma a reencontrarse con su hermano, no sin antes regalarle a su gran amigo Trunks su espada, un bonito guiño que aún hoy hace preguntarse a muchos fans (aunque esto no tendría ningún sentido cronológicamente hablando) si es la que acabó con Freezer y Cold. Un digno adiós para los primeros 10 años del anime.




Dragon Ball Super la película: Broly




Aunque La batalla de los dioses tuvo una opinión dividida, hubo un concepto desarrollado hacia el final que resultó de lo más impactante: la revelación por parte del dios de la destrucción Lord Beerus de que el de Goku no es sino el séptimo de l2 universos. 

No sería hasta la tercera saga de Super (y primera "inédita") donde conoceríamos el universo inmediatamente paralelo, el 6 (todos los que suman 13 se parecen entre sí) donde, al contrario que en la realidad que hasta entonces parecía la única, los saiyans consiguieron prosperar en Sadara, su planeta originario antes de trasladarse a Plant o Vegeta. Y esto levantó el hype: por fin había posibilidades de que el loco super saiyan legendario Broly entrara en el canon.

Tras la estrambótica teoría de que estaba escondido dentro del robot Auta Magetta, y que se jugara al despiste en el torneo del poder con la aparición de la tímida pero impetuosa guerrera Kale (junto con su amiga Caulifla, las 2 primeras mujeres de la franquicia en alcanzar el estado de SSJ) por fin se anunciaba para diciembre de 2018 (con el anime ya finalizado en Japón tras 131 episodios) la cuarta película del personaje con un rediseño para la ocasión.




Aunque el argumento es similar al de Estalla el duelo, hay sutiles diferencias. Si entonces el motivo de que Broly odiara a Goku era un tanto absurdo (su llanto le hacía enloquecer) esta es una historia de supervivencia en la que el rey Vegeta III le destierra a un planeta desértico únicamente habitado por gigantescos monstruos temeroso de su gran poder, saliendo su padre Paragus tras su búsqueda. 

Esto transcurre a la vez que otra readaptación canónica, la del origen de Goku como Kakarot según como la conocimos en el inesperado epílogo del manga Jaco: el patrullero galáctico, donde hizo su primera aparición la madre de Goku, Gine. 

Aquí Bardock sí es alguien que quiere a su hijo, por lo que (reforzando los paralelismos con Superman) es enviado por él mismo a la Tierra para salvarle de lo que intuye como inevitable, que Freezer destruirá el planeta Vegeta.

Décadas después, 2 de los escasos miembros del nuevo ejército del renacido Freezer, Lemo y Cheelai, encuentran a Broly desarrollando una profunda amistad con él, en lo que supone una clara analogía con como Oolong y Bulma ayudaron a Goku a integrarse en la civilización tras pasar su infancia en las montañas. 

En el fondo, Broly no es aquí sino una marioneta de Paragus y su plan de venganza contra el hijo del rey Vegeta, algo que a su vez Freezer manipula para conseguir vencer a Goku y obtener las bolas de dragón que le concedan su deseo de... ser 5 centímetros más alto. Sí, de guiños al pasado va la cosa.

Esta película (que tiene un estilo de animación más tradicional que sus predecesoras, que abusaban demasiado de escenas puntuales en CGI) es quizá la obra definitiva de Dragon Ball. 

Guste o no el giro dado con Bardock (yo personalmente espero que, si vuelve el anime y la adaptan, recuperen su icónica cinta roja) tiene un ritmo trepidante (sin hacerse pesada por ello) que por primera vez hace sentir de verdad que estás viendo lo que leías en manga, así como una aparición sorpresa y una escena final de Goku (que en ambos casos no spoilearé) que es toda una muestra de madurez del personaje en su arco de crecimiento hacia esa cierta sabiduría lejos de su estupidez del pasado que parece tener en el epílogo de Z.



Como siempre, podéis sugerir otras películas en los comentarios.

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