Retrocedemos una vez más a los principios de la serie, cuando, después de (sin saberlo él) Son Goku fuera derrotado en la final del 21º Tenkaichi Budokai por su maestro Mutenroshi, decidió viajar por el mundo, primero para simplemente encontrar la bola de dragón de 4 estrellas que le dejó su abuelo Son Gohan, y posteriormente para poder resucitar a Bora, el padre de su buen amigo Upa, asesinado por Tao Pai Pai, mercenario contratado por la Red Ribbon.

Con una estructura propia de un videojuego, tras conseguir derrotar al siniestro ejército, la última bola parece haber desaparecido misteriosamente, por lo que Goku se ve obligado a afrontar una hazaña que nadie ha logrado antes: derrotar a los 5 guerreros de la bruja Uranai Baba (hermana de Muten) para que le adivine gratis donde está al no tener la exorbitada cifra de zenis que pide por ello (sí, podría pedírselo prestado a Bulma, pero ¿qué sería de este manganime sin peleas?) .

Lejos del estilo habitual de Dragon Ball, Akira Toriyama decidió aquí darle a estos guerreros (con la excepción del que fuera que hubiera sido el quinto, que fue sustituido por un Gohan con permiso de un día en el más allá) una ambientación basada en el cine de terror, teniendo que luchar Goku, Yamcha y Krilin contra un vampiro, un hombre invisible (cuya peculiar derrota ha sido una de las escenas que más ha sufrido la censura a lo largo de los años) o una momia.

Si hasta ahora hemos hablado de personajes creados por Toriyama, aquí entramos en territorio Toei. Y es que, más allá de determinadas sugerencias de diseños de personajes e ilustraciones promocionales, el autor no quiso implicarse en Dragon Ball GT, serie que tras su fracaso inicial quedándose en tan solo 64 capítulos, poco a poco ha ido sido reivindicada por las nuevas generaciones de otakus.

¿Hubiese durado la saga incial del gran viaje (la que supuestamente daría significado a las siglas que acompañan al título) más de los 27 episodios que ocupó de no haber sido así? Sobre esto solo se pueden hacer conjeturas, pero lo cierto es que en el primer planeta en el que aterrizan Goku, Pan y Trunks encontramos a un antagonista que parecía destinado a tener un cierto peso en la trama.

Electronic Arts Imegga es un planeta en el que literalmente todo está sometido a un alquiler en constante subida que casi nadie puede pagar, viéndose sus habitantes obligados a trabajar en la venta ambulante para poder ganarse la vida ya que además sus naves son confiscadas (como les pasó al trío saiyan) por el dictador que gobierna el planeta, Don Kear, siempre protegido por su guardaespaldas, el doctor Redic.

Poco llegamos a saber de este guerrero que, capaz de crear armas de la nada como si de Dabra o Janemba se tratara, se convierte en un formidable rival para un Goku debilitado por haber retrocedido a la infancia por las primigenias Bolas de dragón oscuras, hasta que la transformación en super saiyan hace que sea vencido con el clásico kame hame ha. 

Pero lo importante no es esto, sino el hecho de que Redic parece saber a la perfección que Goku es un saiyan, y teniendo en cuenta que el pasado de este belicoso pueblo será clave más adelante en esta serie, es muy probable que, tras su huida de Imegga abandonando a Don Kear a su suerte, hubiéramos podido verle más adelante, quizá de nuevo como enemigo, o ya redimido como tantos otros guerreros Z.