Bienvenidos una quincena más a este nuestro querido blog de Joróbate Flanders. Aunque es bien sabida nuestra predilección por el formato físico, eso no nos ha impedido por supuesto disfrutar de las diferentes plataformas de streaming disponibles, siendo una de nuestras primeras series de artículos aquella en la que íbamos sugiriendo esas producciones clásicas que era imposible encontrar (partes I y II) y que poco a poco han ido entrando desde entonces.

No, de momento seguiremos oyendo "onda vital"

Con la doble huelga de Hollywood alargándose día a día (y cada vez parece menos descabellado que en España también estalle el problema que están creando las plataformas) parece un buen momento para revisionar los clásicos, y hoy daremos la vuelta explicando donde sí podemos ver algunas de ellas. Empecemos:

Lost (Disney+)

Cuando tras 4 sets el hoy semiretirado Rafa Nadal derrotó al argentino Mariano Puerta en su primera final de Roland Garros allá por 2005, el gran público no podía imaginar hasta qué punto la serie de ABC que TVE1 emitió tras la finalización del partido como típico relleno de los domingos por la tarde estaba transformando la pequeña pantalla de forma que ya nada sería igual.

Ya desde aquel espectacular episodio piloto estrenado el 22 de septiembre del año anterior (en su momento, el más caro de la historia) quedó claro que la de los supervivientes del avión 815 de Oceanic estrellado en una isla del Pacífico no era una historia de supervivencia más. 

Aparte de lo conectadas que estaban sus vivencias personales entre sí sin ni siquiera llegar a saberlo nunca en la mayoría de casos, ese lugar estaba lleno de misterios, hasta el punto que alguno de ellos no quiera abandonarlo, dividiéndose poco a poco el grupo en 2 bandos, el liderado por el racional doctor Jack Shephard (Matthew Fox) y el hombre de fe John Locke (Terry O´Quinn) que esconde un impactante secreto.

Nunca un diálogo dijo más con menos

Si bien el fenómeno fan en internet no era algo nuevo, el auge de los foros en el momento que Lost (o "Perdidos" en nuestro país) estaba de emisión hizo que entrar en los mismos si no habías visto el episodio fuese entrar en todo un campo de minas de spoilers y teorías elucubrando sobre qué eran esos números que aparecían en todas partes, o determinados personajes que hacían acto de presencia en los flashbacks que explicaban como cada personaje llegó ahí.

Después de que en la tercera temporada el ente público pasara la serie al segundo canal, Cuatro (aún no bajo propiedad de Mediaset) se hizo con los derechos de emisión de las 3 que restaban y supo  rentabilizar considerablemente mejor el fenómeno de Lost, con varios de los actores pasando por El hormiguero (que, nos guste o no, es uno de los programas más influyentes en cuanto a difusión de cine y televisión) , desarrollando promociones que dieron la vuelta al mundo (ojo: SPOILERS)  y convirtiendo el controvertido final en todo un evento que se emitió en falso directo a la vez que en Norteamérica. 

A la espera de saber si habrá o no un reencuentro el próximo año para celebrar el vigésimo aniversario como ocurrió con Friends, en Disney+ podéis descubrir esta gran historia si es que aún no la conocéis, o volver a verla y sorprenderos de hasta qué punto las piezas del puzzle encajaban mejor de lo que parecía.

Qué vida más triste (Atresplayer)

"Pero cuanto listo hay leyendo Joróbate Flanders... pero cuanto listo"

Hablar de internet en los 2000 es hablar de Youtube, que pronto dejó atrás la mecánica con la que se creó de espacio para buscar pareja para transformarse en un lugar donde cada uno pudiera crear sus propios contenidos audiovisuales y convertirse en un fenómeno viral.

Entre los pioneros en España, encontramos a Contigo no, bicho Rubén Ontiveros y Natxo del Agua, que empezaron a guionizar Qué vida más triste, falso videoblog protagonizado por Borja Pérez, gruísta de Basauri que se interpreta a sí mismo, y su mejor amigo Joseba Caballero, en episodios de pocos minutos, algunos de tono costumbrista, y otros entrando abiertamente en el terreno de la ciencia ficción, como uno en que aparece un vórtice dimensional en su habitación.

Tras 3 temporadas de éxito considerable, Qué vida más triste daría un salto adelante pasando a emitirse en La Sexta, lo que, pese al mayor presupuesto y ampliación de reparto (que incluía colaboraciones puntuales de Ramón Langa como una animación flash de Bruce Willis que se le aparece a Borja cuando necesita consejo) mantuvo más o menos intacto el espíritu sencillo con toques "frikis" de la serie hasta que el 28 de mayo de 2010 (curiosamente la misma semana que lo hizo Lost) desaparecía definitivamente.

Mientras que las temporadas de televisión se pueden ver al completo en la plataforma Atresplayer, en "Polinada" (canal oficial del propio Borja en Youtube) podéis encontrar tanto episodios sueltos de las 2 etapas como otras webseries no menos recomendables como "Descarga completa", los "videotutoriales" sobre videojuegos o "Basauri Mirror".

7 vidas (Mitele/Netflix/Prime Video)

Y acabamos este artículo retrocediendo un poco más hacia los 90, los años en que los grandes fenómenos del género de las sitcom eran Los Simpson y Friends. Esta última se convirtió en una considerable influencia en toda una nueva generación de guionistas, algo que incluso se podía intuir en la publicidad.

En este contexto, una Telecinco en plena renovación tras el auge y caída en su enfoque, ejem "italianizado" inicial estrenaba el 17 de enero de 1999 7 vidas, que empezaba con el despertar de un coma del personaje de David (Toni Cantó) tras un accidente doméstico durante el golpe de estado de Tejero 18 años antes, con su hermana Carlota (Blanca Portillo) y su amigo de la infancia Paco (Javier Cámara) tratando de integrarle en una sociedad tan diferente de la de la transición, a la vez que se enamora de Laura (Paz Vega) su prima ("lejana", como siempre recalcan) recién llegada de Sevilla.

Tras una primera temporada donde las influencias de Friends eran evidentes, poco a poco 7 vidas fue alcanzando su espíritu propio, a la par que poco a poco se irían marchando los actores principales e irían llegando otros igual de carismáticos como Gonzalo (Gonzalo de Castro) camarero y posteriormente propietario del bar "Casi-Ke-No", la aspirante a actriz Diana Freire (personaje interpretado por Anabel Alonso de la que hablaremos más en profundidad en futuros artículos), el eterno caradura "Richard" (Willy Toledo) o la asistenta Aída García (Carmen Machi) cuya gran popularidad le convertiría en la primera protagonista española de una serie spin off, entre muchos otros. 

La única que quedó hasta el final, que fue ganando peso hasta convertirse en el alma de la serie, fue la madre de Paco, Sole, interpretada por Amparo Baró, que pasó de no estar muy definida como personaje a que, desde la segunda temporada (donde trata sin éxito de ser presidenta de la comunidad) mostrarse como una declarada militante comunista (pese a que Baró era curiosamente todo lo contrario) , lo que contribuyó quizá a que fuera una serie muy pegada a la actualidad, y por tanto no todos los chistes han envejecido del todo bien. 

Pese a todo, sigue siendo muy divertida de ver hoy en día (podéis leerme en Twitter comentándola cada viernes) y este tardío revival de los 90 en el que estamos hoy en día tras tantos años de nostalgia ochentera ha supuesto que tanto Prime Video como Netflix hayan incluido 7 vidas en su oferta, aunque, si no estáis en ninguna de estas plataformas, también tenéis la posibilidad (con anuncios, eso sí) de verla de forma gratuita en Mitele, la plataforma de Mediaset.

Como siempre, podéis sugerir otras series en los comentarios. Dedicado a la memoria de Amparo Baró.