Mucho antes de que Nokia popularizara la famosa "Snake" incluyéndola en 1997 en su aun más famoso modelo 6110, el juego ya apareció en bastantes plataformas. La primera aparición fue en un árcade de 1976 llamado Blockade, desarrollado por una de las pioneras en maquinas árcade, Gremlin Industries, posteriormente adquirida por Sega. 

El juego no tardó en aparecer en una versión doméstica, siendo programada una versión para los ordenadores TRS-80 en Estados Unidos allá por el 1978.

La versión de Game Boy llego bastante más tarde, en el 1990, apareciendo solo en los mercados japonés y norteamericanos. Desarrollado por la extinta Naxat Soft, este juego daba una vuelta de tuerca a lo visto en anteriores juegos, acercándonos mas a la idea de las motos de luz vistas en la película Tron, ya que en este juego no deberemos ir "comiendo" pixeles para ir creciendo, sino que deberemos enfrentarnos a una serpiente rival, intentando cerrarla el paso para lograr vencerla.

En el juego contamos con una gran variedad de "power ups", tales como aumentar el tamaño de nuestra serpiente, mayor velocidad, cambiar la cabeza de nuestra serpiente a la cola, o incluso disparar cohetes. Estos objetos aparecerán cuando creemos una figura geométrica con nuestra serpiente, apareciendo una cantidad mayor de ellos cuando esta figura sea mas grande.

Al final el juego era un pique constante, sobre todo en su versión para dos jugadores.

Por aquel entonces, en esos primeros capítulos de Doraemon emitidos por las televisiones autonómicas, se veía jugar en algunos capítulos a un más que extraño juego de mesa para los niños españoles, llamado Othello (o Reversi). Esto cambió para algunos de nosotros, ya que una versión para Nintendo y Game Boy fue desarrollada por la nada más y nada menos que la creadora de la saga Kirby y Smash Bros, Hal Laboratory.

El juego tampoco es que dispusiera de un tutorial o nada parecido, pero al bloquear las jugadas ilegales, y siendo un juego de planteamiento sencillo (pero con un alto nivel estratégico) hizo que algunos de aquellos críos lográramos hacernos a las mecánicas: 

Simplemente deberemos de añadir nuestra fichas de manera que entre una ficha nuestra en el tablero, y la nueva ficha, haya una cantidad X de fichas contrarias, que pasaran a ser de nuestro color. Finalmente gana el que tenga mas fichas de nuestro color.

Esta versión no añadía ningún tipo de extra, más que poder jugar dos personas en la misma consola y una dificultad más que endiablada en los últimos niveles. También cabe destacar lo cuidado de las animaciones para un juego de estas características.

Tasmania Story

No nos vamos a andar con rodeos. Este juego es malo como él solo, pero no sabemos por qué, nos acordamos aún de el. El juego fue desarrollado por la famosa empresa japonesa Pony Canyon, y una vez más, estamos ante una desastrosa adaptación de una película a videojuego, siendo esta vez una película japonesa la damnificada. 

La película japonesa trata de como un estudiante de sexto curso va a visitar a su padre divorciado a Australia. El protagonista termina huyendo de casa, y durante la búsqueda de su padre, el niño termina obsesionado con el lobo de Tasmania. 

¿Y en qué se parece el videojuego a la película? Pues en absolutamente en nada, más allá de que en la pantalla de presentación aparece el nombrado animal y explica en solamente 4 lineas que animal es.