Switch 2 y otras presentaciones de Nintendo
enero 25, 2025
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Este mes desde las Navidades ha sido muy intenso. Mientras Mufasa y Sonic 3 (confirmada ya la cuarta parte, que por datos filtrados sobre el personaje de Amy que vimos por vez primera en la escena postcréditos parece intuir una trama de viajes en el tiempo a lo Sonic CD) se disputaban la taquilla internacional, tuvimos en Disney+ el primer episodio como tal de Los Simpson (y no los meros cortos cada vez más promocionales vistos hasta ahora) estrenado exclusivamente para streaming, y se presentó el primer trailer de la cuarta versión cinematográfica (o tercera, si consideramos que Returns pretendía ser una continuación de la saga de Christopher Reeve) de Superman, que dirigirá James Gunn (Guardianes de la galaxia) y protagonizará David Corenswet.
Y entonces, ensimismados como estábamos en nuestros habituales debates del día a día (Broncano VS Motos, el fútbol, si de verdad Fuze Tea sabe como el Nestea...) el pasado día 16, así como quien presenta una caja de cartón de 80 pavinis o la enésima suscripción online, Nintendo puso de golpe y porrazo un trailer en Youtube que hizo enloquecer al mundo de los videojuegos. Por fin llegaba la pata que faltaba en la novena generación.
Con un nombre que en el fondo sorprende por lo obvio y conservador que resultaba el ser elegido, no tenemos todavía a día de hoy demasiada información real sobre Switch 2, más allá de una pantalla más grande, unos nuevos Joy-con que ahora se conectan a la consola mediante imanes, y la inesperada primera imagen que confirmaría por fin un Mario Kart 9 que, al estilo de los F-Zero, doblaría la apuesta pasando de 12 a 24 pilotos en pista, garantizando unas carreras más locas que nunca.
Hay quien se ha quedado con ganas de más en esta primera impresión, y posiblemente no les falte razón. Tan cierto como que ese siempre fue el estilo de Nintendo. Mientras que ahora el mero naming de "Switch 2" es tan garantía de éxito como en su día Playstation 2 sentenció a SEGA y su Dreamcast por el mero hecho de existir pese a su año de ventaja, hace 10 años las cosas eran bien distintas.
En un escenario de casi monopolio de facto de Sony por el fracaso de Wii U y los tumbos iniciales de Microsoft con Xbox One, Satoru Iwata hacía en marzo de 2015 la que sería su última aparición pública. Además de presentar la incursión de la "gran N" en los dispositivos móviles (que no ha sido tan grande como cabía esperar entonces, pero sí de lo más interesante) anunció lo que entonces se llamaba en clave "NX" emplazando para el E3... del siguiente año.
Los rumores fueron de todo tipo, pero desde el principio se intuía que aquel nuevo invento, aquel "todo o nada", sería una evolución de lo que se había quedado a medio camino en la incomprendida sucesora de la muy exitosa Wii y su "mando tablet". Un sistema híbrido con el que ser a la vez el comodín de los usuarios de consolas de sobremesa y seguir reinando en las portátiles como ya se hacía desde el lejano 1989 con Game Boy.
El secretismo también fue la seña de identidad en los tiempos en que la política de Nintendo era opuesta a la de ahora, el de aspirar a "bestias" que fueran "tecnológicamente superiores". Así, desde 1993, mientras SNES y Mega Drive disputaban la guerra de los 16 bits, y tras romper con Sony su acuerdo para desarrollar un addon de juegos CD que ya entonces se iba a llamar Playstation, fueron administrando muy a cuentagotas la información del "Project Reality" que estaban desarrollando con Silicon Graphics. Una consola que sería sobre el papel más potente que PSX o SEGA Saturn y que además tendría un precio de lanzamiento más reducido.
De los muchos errores que se cometieron con Nintendo 64 como el del cartucho ya se ha hablado largo y tendido, y aunque en el mercado estadounidense pudieron salvar los muebles (gracias sobre todo al éxito de los títulos de Rare como Goldeneye o Banjo Kazooie entre otros) en Japón y Europa la respuesta fue menos entusiasta, quedando en unas 32 millones de unidades vendidas, por encima de su antigua rival SEGA pero muy lejos de las 100 de Sony.
Tocaba pensar en el futuro, y en 1999 ya se anunciaba la colaboración con IBM y Panasonic para una nueva consola que en ese momento se llamaba "Dolphin" (como ya había insinuado Rare a través del crossover de su antiguo personaje Sabre Wulf en Banjo Tooie) y no fue hasta bien entrado el 2000 cuando por fin se pudo ver como tal Game Cube (junto con, por fin, la sucesora de Game Boy, Game Boy Advance) en su extinta feria interna Space World en Japón junto con unos pocos juegos en fase muy inicial, varios de los cuales jamás verían como tal la luz.
Aunque esta vez sí se adoptó un formato óptico (aunque, de nuevo, fiel a su estilo, con mini DVDs propios) Game Cube posiblemente fue víctima del pasado de la propia compañía, y salió demasiado tarde, con PS2 más que asentada (y habiendo reducido considerablemente ya su desorbitado precio inicial) y con Microsoft a punto de irrumpir con la primera Xbox.
El inicial entusiasmo de las third parties (especialmente sensacional fue el anuncio por parte se Capcom de la exclusividad temporal de la franquicia Resident Evil) no tardaría pues en caer, y las ventas se quedaron en unas muy exiguas 21 millones de unidades.
Ahora ha quedado para la historia el como Nintendo comprendió que era imposible competir en la guerra tecnológica, y que con Wii y Nintendo DS decidieron explorar nuevos mercados. Pero ver el panel del E3 (sí, ese en el que el bueno de Reggie quería patear traseros) de 2004 hoy en día (que, gracias a la gente de Blogtendo, tenéis traducido al castellano en Youtube) ofrece una lectura muy diferente por parte de la compañía.
Sí, ya se hablaba de una "revolución" (Revolution era el nombre en clave de la siguiente consola) pero a la vez no se atrevían a jubilar la marca Game Boy, siendo NDS considerado "un tercer pilar", e incluso parecían querer aparentar que a Game Cube todavía le quedaba más cuerda de lo que realmente tenía, con la presentación de Twilight Princess, que aún tardaría mucho en confirmarse también en Wii.
Ya fuera porque no se fiaban del todo de lo que se estaba preparando y no querían cerrarse la puerta a intentar de nuevo competir en igualdad de condiciones con Playstation 3 y Xbox 360, o porque no querían decir más de la cuenta por si el "casual game" no era bien recibido de entrada, el caso es que, de nuevo, sabíamos más bien poco.
Así pues, guste más o menos, Nintendo siempre ha anunciado igual sus consolas. Unas veces mejor y otras peor, nunca cambiará, y les deseamos desde aquí toda la suerte del mundo. Los jugones lo agradeceremos. Como siempre, podéis opinar en los comentarios.
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